A las faldas del pico Ocejón (2.040 m), en el norte de la provincia de Guadalajara, haciendo límite con Segovia, y dentro de la zona del Macizo de Ayllón, se encuentran los llamados Pueblos Negros. Son pequeños pueblos que presentan una característica común en todos ellos, su arquitectura debido al uso masivo de la pizarra, tanto en muros como en cubiertas, y el empleo de este material es el que da su característica a toda la zona. Es una buena oportunidad de observar buenos ejemplos de casas populares bien conservadas.
En primer lugar hay que destacar la diferencia claramente marcada entre las viejas construcciones y las nuevas. En estas últimas se comprueba las nuevas técnicas de construcción y se puede ver que son casas de fin de semana y de vacaciones, aunque guardando la línea con el resto de las antiguas construcciones, sus paredes exteriores y cubiertas están construidas con pizarra.
Aunque la mayoría de las viejas construcciones han sido reformadas interiormente para adecuarse a los tiempos modernos, exteriormente aún hay claros ejemplos de casa rural, en el que el hombre emplea los materiales más inmediatos y de más fácil obtención y los colocará según las técnicas heredadas de sus padres, formando las cuatro paredes y la techumbre de su futuro cobijo.
El utilitarismo, característica fundamental en la arquitectura popular, lleva al campesino a concebir su casa, no sólo como un lugar de descanso, sino también como un utensilio de trabajo, pues en ella guardará el producto de sus labores agrícolas o les servirá de cuadra para sus animales. Debido precisamente a este utilitarismo, una de las características de la arquitectura es la ausencia del comedor, al desarrollarse la vida en torno al fuego de la cocina, núcleo básico de la casa popular.
Examinando cualquier casa rural, obtendremos una idea bastante aproximada acerca de la actividad económica de sus antiguos moradores y del medio físico en que se levanta, pues en definitiva, los principales factores que condicionan esta arquitectura sin arquitectos son el entorno geográfico y las estructuras económicas.
El suelo y el clima son los dos factores geográficos más importantes. El primero proporciona los materiales con los que se construyen las casas, al tiempo que es el responsable del peculiar color que identifica a estos pueblos -la pizarra negra-. Una vez se tienen los materiales, el clima influye en su colocación. Exteriormente los espesos muros, la orientación de los edificios, etc. e interiormente el clima condiciona la disposición de los huecos, aprovechando el muro que recibe los vientos del norte para situar la cocina y el horno.
Así mismo la distribución exterior de la vivienda se ve la influencia de la actividad económica, al destinarse ciertos edificio para albergar el ganado de pastoreo o como pajar en el interior, la distribución del espacio se hará reservando algunos huecos- cámara, trastero- para guardar los aperos y los productos del campo.
Hay un claro contraste entre las construcciones realizadas en la zona de Valverde y las realizadas en la zona de Majaelrayo, aunque en las dos se emplea la pizarra en las cubiertas, mientras en Valverde los muros se levantan con piedra suelta de mampostería sencilla, ya que la veta de la pizarra en esta zona es más profunda y por tanto más difícil sacarla, en la zona de Majaelrayo se hacen exclusivamente con pizarra intercalando de vez en cuando piedras blancas que forman pequeñas cruces o hileras . Las casas constan de una sola planta baja habitada y una cámara o desván. Por el contrario en Valverde las construcciones más comunes se elevan a dos alturas.
Las paredes de las cercas en la parte de Majaelrayo se levantan alternándose grandes lajas de pizarra dispuestas verticalmente con gruesos muros construidos apilando cantos sueltos. Está técnica no se emplea en Valverde, donde las lindes de propiedad se elevan por simple aglomeración de rocas.
Cabe destacar entre todos los pueblos a Valverde de los Arroyos y Campillejo que son los pueblos mejor conservados.
Las iglesias son un buen ejemplo de como el hombre ha sabido aprovechar el material del que dispone para la construcción. Fuera de este estilo rural cabe destacar la Iglesia de Tamajón y la Ermita de los Enebrales de estilo Románico construidas en piedra caliza.
Sus casas están construidas en pizarra negra lo que les da un toque especial que les diferencia del resto de las construcciones populares de Guadalajara, y por que no, del resto de España.
Podrás observar a tu paso todos los pueblos que pertenecen a esta zona como son: Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas, Roblelacasa, Robleluengo, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos y Zarzuela de Galve.
Una de las zonas mejor conservadas de España con unos paisajes que conservan toda su belleza, vírgenes de la explotación del hombre.
A un paso de Madrid y de Guadalajara, le hacen ser una verdadera ruta de fin de semana para todo el mundo que quiera escapar de la rutina de la gran ciudad y así mismo visitar unos paisajes y pueblos verdaderamente encantadores para el viajero.
Destaca la silueta del pico del como permanente guía en el horizonte. Cualquier época del año es buena para visitar la zona pero para contemplarla en todo su esplendor la mejor época para visitarla es en Otoño y Primavera . En el invierno, con un manto nevado, está zona es de una belleza inusitada. Si eres aficionado a las setas no te pierdas venir a buscar la gran cantidad de especies que se crian en sus bosques, sobre todo los níscalos que se crían en gran cantidad en la zona. Podrás comprobar así mismo la gran cantidad de animales que deambulan por ella: jabalies, corzos, perdices, conejos, aguilas perdizeras, etc. Podrás disfrutar de los hayedos más meridionales de España, los Hayedos de Cantalojas y el Hayedo de Montejo.
El mamador
Hace 2 años
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